En 2015, IBM señalaba que el 90% de datos que existen en el mundo se han creado en los últimos dos años (entendiendo por datos aquello proveniente de sensores, fotos, videos, traducciones, señales de GPS, etc.). Precisamente, con la proliferación de estos datos, es como se acuña el término ‘big data’. Vamos a descubrir como este big data en los edificios puede hacernos más eficientes.
A medida que la capacidad computacional y de almacenamiento de datos ha crecido, y el coste de los sensores ha disminuido, la cantidad de datos que somos capaces de recolectar y procesar ha aumentado notablemente.
Ámbito de los datos
En concreto, refiriéndonos a edificios se pueden generar datos de varias maneras, incluyendo:
- Diseño y construcción
- Servicios generales, sistemas de gestión del edificio, medidores de consumo, etc.
- Sistemas de transporte e infraestructuras
- Indicadores de la propia compañía: procesos de compra, informes de rendimiento, calendarios laborales, etc.
- Servicios de mantenimiento
- Seguimiento de costes de operación
Los datos generados por estas fuentes pueden ser utilizados para entender el comportamiento del sistema, analizar rendimientos, mejorar competitividad, asignación de recursos y demás.
Históricamente, recoger y usar estos datos ha sido una tarea complicada, ya sea por su calidad, formato o propia estructura (a veces, incluso teniendo que transferirlos manualmente de sistemas físicos a digitales). Por ello, esta problemática se veía traducida en su uso como herramienta solo para funciones técnicas específicas, en vez de su uso para la toma de decisiones de alto nivel.
Todo esto cambia con el Internet de las cosas, el Big Data y, en general, la posibilidad de gestión de un gran número de datos. Las tecnologías “smart” permiten la recogida, almacenamiento y análisis de dichos datos para así facilitar su análisis, seguimiento y control tanto para sistemas individuales como para la interacción de unos con otros.
Los edificios inteligentes hacen uso de esta interacción entre sistemas para proveer instalaciones inteligentes y flexibles a cambios (siempre con el objetivo de mejorar el rendimiento), haciendo uso de las siguientes tecnologías:
- Sistemas automatizados
- Sistemas de gestión de edificios inteligentes
- Indicadores de eficiencia energética
- Tecnologías inalámbricas
- Sistemas de energía adaptativos
- Dispositivos de gestión de datos
- Redes de comunicación
Recogida de datos útiles
Sin embargo, uno de los problemas que surgen de la creciente generación de datos es que datos recoger y su posterior almacenamiento, ya que esto genera un gasto adicional. La razón es que puede ser difícil distinguir los datos útiles de lo que no lo son. En este sentido, otra definición de un edificio inteligente es la que mejora las condiciones ambientales, económicas y sociales en el mismo. Por ello, resulta indispensable tener unos estándares definidos de dichos datos, incluyendo la descripción de los mismos, propiedad, formato y demás. Sólo de esta manera se contará con la certeza de que se tienen los datos necesarios en el momento necesario.
Desde Donomotics trabajamos para que el acceso a las soluciones que ofrecen el tratamiento de estos datos sea sencillo y accesible para cualquier cliente. Contacta con nosotros para saber como podemos ayudarte a mejorar la gestión de tu oficina, hotel o vivienda mediante el uso de big data en los edificio.